Un Señor maduro con una oreja verde


Un Señor maduro con una oreja verde.

Un día, en el expreso Soria-Monterde, vi subir a un hombre con una oreja verde.
Ya joven no era, sino maduro parecía, salvo la oreja, que verde seguía.
Me cambié de sitio para estar a su lado y observar el fenómeno bien mirado.
Le dije: Señor, usted tiene ya cierta edad; dígame, esa oreja verde, ¿le es de alguna utilidad?.
Me contestó amablemente: Yo ya soy persona vieja, pues de joven sólo tengo esta oreja.
Es una oreja de niño que me sirve para oír cosas que los adultos nunca se paran a sentir:
oigo lo que los árboles dicen, los pájaros que cantan, las piedras, los ríos y las nubes que pasan;
oigo también a los niños cuando cuentan cosas que a una oreja madura parecían misteriosas…
Así habló el señor de la oreja verde aquel día, en el expreso Soria-Monterde.  

Gianni Rodari (Traducción de Fabricio Caivano)



miércoles, 6 de febrero de 2013

CREANDO CONCIENCIA


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